Antes incluso de que abriera los ojos ya sabía que ella se había ido. De hecho, aún cuando le estaba haciendo el amor sabía que se marcharía. Lo supo cuando ella abrió la boca y soltó un gemido que sonaba a rendición junto con un beso que sabía a despedida. Pero no dijo adiós, solo dejó un ligero rastro de perfume entre las sábanas, más el corazón roto que no se quiso llevar por miedo a quererlo.
clap clap clap clap (aplausos, se entiende)
ResponderBorrarIncreíble, tu no tienes dedos tienes magia para escribir
ResponderBorrar